lunes, 14 de marzo de 2011

Yo no puedo ir siempre como la vida me determina.

 Como las situaciones quieren que el rumbo de algo se trastoque y sea simplemente algo estancado. No quiero ser parte de un amor embotellado, encerrado por el miedo que viene y va. No puedo soportar el hecho de no tenerte, de tenerte, o de tenerte a ratos. Tampoco puedo imaginar que ahora el mundo seguirá sin tu media sonrisa, sin tus medias palabras, sin tu medio "te quiero".
Y si quizás las cosas fuesen mucho más sencillas, mejor dicho, más fáciles, ahora ni siquiera te querría la mitad de cómo lo hago diariamente.
No diré y tampoco mencionaré la rabia (más que rabia) podría hablar de la impotencia que se siente cuando la persona que quieres está, aproximadamente, a cinco centímetros de tu boca, y 109289173 años luz de ti.
Pensaré que si tú estás allí y yo estoy aquí será porque siempre ha tenido que ser así. Desearé no haberte hablado, no haberte conocido, no haber respirado una molécula del aire que, al fin de al cabo, compartimos respirando. Me juraré, me prometeré a mi misma no pasar por tu pueblo, no mirar tus perfil, no colarme en tu mente a horas no adecuadas. De momento, te seguiré queriendo como te quiero, te quiero de mil formas distintas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario