Para mí, muchísimo más que una simple afición. Es oir de lejos una música y que te entren ganas de bailar, y mientras imaginarte MIL pasos que le vendrían a esa canción.
Cuando bailar se convierte en algo habitual, cuando es parte de tu rutina, deja de ser una afición y empieza por transformarse en una adicción.
Incontrolable.
Es el valor de superarte día a día. Es el decir "Lo voy a conseguir, porque sé que puedo." Es sentir como cada vez llegas más lejos, como la gente te aprecia por lo mucho que te esfuerzas en conseguir que todo salga perfecto.
Es hacer de cada canción, una aventura, de cada coreografía, una historia.
Subirte a un escenario, sentir la presión en tu cuerpo, los nervios que te recorren todas las partes posibles, mirar por un hueco del telón y ver a tantísimas personas sentadas esperando ansiosos a ver tu actuación, y que cada vez el corazón te lata más rápido.
No consiste solo en mover el cuerpo coordinado con la música. Consiste en sentirla.
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